¿QUÉ ES LA FIC?
Introducción
El cáñamo (Cannabis sativa L.) es una de las plantas más antiguas y versátiles cultivadas por el ser humano. Sus orígenes históricos se remontan a miles de años en la antigüedad. A diferencia de la marihuana, que se obtiene de variedades de cannabis cultivadas específicamente por su contenido psicoactivo de THC, el cáñamo industrial proviene de cepas con niveles muy bajos de THC, siendo utilizado principalmente por sus fibras y semillas.
Origen
El cáñamo es una de las primeras plantas cultivadas por el ser humano, con una historia que se remonta a más de 10.000 años en las primeras grandes civilizaciones. En la antigua China, donde se tienen los registros más tempranos, el cáñamo era considerado una planta sagrada conocida como «el cáñamo celestial». Los chamanes lo utilizaban en rituales espirituales y sus fuertes fibras eran indispensables para fabricar cuerdas, redes de pesca, papel y telas resistentes.
En la antigua Mesopotamia y Egipto, el cultivo del cáñamo también era esencial para la vida cotidiana. Las excavaciones arqueológicas han revelado restos de cuerdas, velas de barco e incluso algunos papiros hechos de fibras de cáñamo que datan de antes del año 650 a.C. Los fenicios, griegos y cartagineses se valían de las resistentes cuerdas y velas de cáñamo para comerciar a través del mar Mediterráneo, facilitando la difusión de esta planta por toda la región.
Cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo en 1492, las semillas de cáñamo formaban parte de sus valiosas reservas a bordo. Poco después, se impulsó su cultivo en las colonias americanas para abastecer las enormes demandas de fibra de los imperios navales europeos. Durante los siglos XVII, XVIII y XIX, el cáñamo industrial era un cultivo comercial de primera importancia en la mayor parte de Europa y sus territorios de ultramar en América.
Prohibición
No fue hasta el turbulento siglo XX que la milenaria historia del cáñamo se vio interrumpida abruptamente por motivos infundados. Una campaña de desinformación que asoció erróneamente el cáñamo con la marihuana llevó a la prohibición de su cultivo en países como Estados Unidos a partir de 1937. Esta decisión, impulsada más por razones políticas que científicas, provocó una reacción en cadena a nivel mundial que criminalizó y estigmatizó una planta que había formado parte integral de la cultura humana durante milenios.
Afortunadamente, las últimas décadas del siglo XX y lo que va del XXI han presenciado un lento pero constante renacimiento y revalorización del cáñamo a nivel global. Países como Canadá, China y algunos países de Europa han reintroducido su cultivo regulado, apreciando nuevamente sus múltiples usos industriales como fuente de fibras textiles, biocombustibles, materiales de construcción, cosméticos y más.
Situación actual
El cáñamo ha recorrido un largo e increíble camino, desde ser venerado como una planta sagrada por las primeras civilizaciones, hasta ser injustamente criminalizado, y luego lentamente rehabilitado gracias al avance del conocimiento y la sostenibilidad. Su historia es un recordatorio de los ciclos a los que a veces se ven sometidos estos dones de la naturaleza, y cómo a pesar de todo prevalecen gracias a sus innumerables beneficios para la humanidad.
Además, la creciente demanda por productos naturales, renovables y amigables con el medio ambiente ha impulsado el interés por el cáñamo y sus propiedades alimenticias y nutricionales avaladas por organismos como la OMS y la ONU. Poco a poco, la sociedad moderna se va reeducando sobre los beneficios de esta planta milenaria, dejando atrás los lastres del estigma y la desinformación.